lunes, 10 de junio de 2013

Estado de salud del preso político saharaui del grupo de Gdeim Izik, Abdeljalil Laaroussi en el hospital Ibn Sinaa de Rabat



En la mañana de hoy, 10 de junio 2013, uno de los corresponsales de Colectivo Saharaui 1975, tuvo una entrevista telefónica con familiares directos del preso político saharaui del Grupo de Gdeim Izik, Sr. Abdeljalil Laaroussi, condenado a cadena perpetua, el pasado 16 de febrero 2013, ante el tribunal militar de Rabat, Marruecos.
Según comunica la familia, Abdeljalil Laarousi, fue trasladado al hospital Ibn Sinaa de la ciudad capital de Marruecos, Rabat, el pasado día 25 de abril, con fuertes medidas de seguridad, debido al grave deterioro de su salud; exactamente rotura de ligamentos de ambas piernas, producto de las innumerables torturas sufridas en los centros secretos y clandestinos de detención en la ciudad ocupada de El Aaiún, desde el momento de su captura, como las posteriores torturas y vejaciones sufridas en la cárcel de Salé 2, en Rabat, Marruecos, en manos de las autoridades penitenciarias.
Desde la fecha mencionada (25 de abril 2013), hasta este momento, Laaroussi permanece en el hospital, en el pabellón destinado a personas peligrosas, custodiado 24 horas el día, por 10 agentes penitenciarios y bajo estrictas medidas de seguridad, a la espera de las operaciones de sus dos piernas, que según el diagnóstico médico, deberían haberse realizado con urgencia, pero las autoridades penitenciarias están demorando la situación.
Laaroussi, tiene mucha dificultad para movilizarse y pérdida de equilibrio, y no puede permanecer sentado, debido a que esta postura le perjudica su estado y le produce mucho dolor, por lo que requiere estar con sus piernas en posición recta. De momento permanece medicado y en observación, a la espera de las intervenciones quirúrgicas previstas, las cuales deben realizarse con extrema urgencia.
La familia de Abdeljalil Laaroussi, expone que hasta el momento no tienen indicios, ni algún dato que indique cuando sería intervenido quirúrgicamente, y al mismo tiempo declaran que, durante las dos primeras semanas posteriores al traslado de Laaroussi al hospital Ibn Sinaa, tuvieron prohibidas las visitas y todo tipo de comunicación con él, y luego de fuertes presiones por parte de la familia, lograron "normalizar" la situación, respecto de las visitas al detenido.